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lunes, 23 de junio de 2014

SAN JUAN BAUTISTA

El 24 de junio se celebra  a San Juan Bautista, se hace una excepción y se celebra el día de su nacimiento, con el de la Virgen y el de Jesús, el nacimiento de San Juan Bautista es de los tres únicos que celebra la Iglesia.
San Juan, el Bautista, fue santificado en el vientre de su madre cuando la Virgen María, embarazada de Jesús, visita a su prima Isabel que estaba casada con Zacarías, según el Evangelio. Fue así el último de los profetas del Antiguo Testamento, y la Iglesia lo considera el más grande de los santos después de la Virgen María.  Contemporáneo de Jesús, es considerado por la tradición cristiana como el precursor del Mesías.
Un día, un ángel del Señor se le apareció a Zacarías, quien se sobresaltó y se llenó de miedo. El Arcángel Gabriel le anunció que iban a tener un hijo muy especial, pero Zacarías dudó y le preguntó que cómo sería posible esto si él e Isabel ya eran viejos. Entonces el ángel le contestó que, por haber dudado, se quedaría mudo hasta que todo esto sucediera. Y así fue. 
El ángel había encargado a Zacarías ponerle por nombre Juan. 
Con el nacimiento de Juan, Zacarías recupera su voz y lo primero que dice es: "Bendito el Señor, Dios de Israel".
La Natividad de San Juan Bautista, seis meses antes que la de Jesús, es como la Navidad del verano. Todos los años la celebramos con un gozo apropiado. 
El ángel le había anunciado a Zacarías: «Muchos se alegrarán de su nacimiento».
Por esto, pide la Iglesia en este día «el don de la alegría espiritual». 
El prefacio recuerda con detalle la misión de Juan Bautista: desde antes de nacer, con ocasión de la Visita de María, después en el comienzo de la vida pública de Jesús y, por fin, en el testimonio supremo de su martirio.
 A Juan el Bautista y a Jesús se les ha llamado tradicionalmente primos porque sus madres estaban emparentadas. 
Nacieron con seis meses de diferencia uno del otro en ciudades no demasiado alejadas entre sí. 
Aunque la Biblia no lo diga, deben haberse encontrado en bodas y funerales de la familia. 
Juan comenzó su ministerio público unos pocos años antes que Jesús, y acabó aquél diciendo que meramente había preparado el camino para Jesús.
Es digno de celebrarse el nacimiento del Precursor, ya que es motivo de mucha alegría, para todos los hombres, tener a quien corre delante para anunciar y preparar la próxima llegada del Mesías, o sea, de Jesús. 
Fue una de las primeras fiestas religiosas y, en ella, la Iglesia nos invita a recordar y a aplicar el mensaje de Juan.
Juan iba vestido de pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero y se alimentaba de langostas y miel silvestre. 
Venían hacia él los habitantes de Jerusalén y Judea y los de la región del Jordán. Juan bautizaba en el río Jordán y la gente se arrepentía de sus pecados. Predicaba que los hombres tenían que cambiar su modo de vivir para poder entrar en el Reino que ya estaba cercano. 
El primer mensaje que daba Juan Bautista era el de reconocer los pecados, pues, para lograr un cambio, hay que reconocer las fallas.
 Fue testigo de la verdad hasta su muerte. Murió por amor a ella. 
Herodías, la mujer ilegítima de Herodes, pues era en realidad la mujer de su hermano, no quería a Juan el Bautista y deseaba matarlo, ya que Juan repetía a Herodes: "No te es lícito tenerla". 
La hija de Herodías, en el día de cumpleaños de Herodes, bailó y agradó tanto a su padre que éste juró darle lo que pidiese. 
Ella, aconsejada por su madre, le pidió la cabeza de Juan el Bautista. Herodes se entristeció, pero, por el juramento hecho, mandó que le cortaran la cabeza a Juan Bautista que estaba en la cárcel.  Juan fue decapitado en la cárcel el año 28 d.J.C.

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