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sábado, 15 de julio de 2017

COMPLEMENTARIO



LOS COLORES 
COMPLEMENTARIOS

Uno de los conceptos fundamentales para obtener resultados profesionales en nuestras pinturas es el de los colores complementarios.
Su manejo es indispensable para lograr magníficos contrastes, hermosos matices y oscurecer los tonos de manera apropiada.





Tanto el arte clásico como el más moderno se han valido del uso de los colores complementarios, en el primer caso para obtener colores terrosos o grises y en el segundo caso para crear vibrantes composiciones de arte abstracto o impresionista.

Los colores complementarios son los que están opuestos en el círculo cromático el complementario de un color primario siempre será uno secundario.

Amarillo    ( su complementario)    Violeta
Azul          ( su complementario)    Naranja
Rojo          ( su complementario)    Verde

Un consejo, para que no te aprendas de una manera mecánica estas parejas, analízalo de una forma práctica respondiendo a esta pregunta:

¿Cuál es el color o los colores que falta (n) 
para tener los tres colores primarios?

Por ejemplo, si buscas el complementario del violeta ya sabes que este color está formado por rojo y azul. Por lo tanto su complementario es el amarillo pues es el único primario que falta.

Si buscas el complementario del azul, necesitaremos amarillo y rojo para tener los tres primarios, y la mezcla de estos dos colores que faltan forma el naranja, siendo entonces el complementario del azul.

Los Fauvistas son un buen ejemplo del uso de los complementarios llevado al extremo.


El uso de los colores complementarios uno al lado del otro, genera armonía, vibración, drama, y movimiento pues se intensifican entre sí. 
Pero para que no se cree una sensación caótica y desagradable a la vista, uno de los dos colores debe predominar sobre el otro. Igualmente no se requiere que se apliquen los colores exactamente puros, es decir un azul puro junto a un naranja vibrante, se pueden usar diferentes matices de estos colores, para obtener resultados más sutiles.



• En técnicas impresionistas, se puede poner uno al lado del otro, en el que uno sea la luz y el otro represente la sombra.
• Nos sirven para resaltar áreas de interés, por la generación de contraste.
• Si mezclamos un color con su complementario se neutralizan entre sí obteniendo colores grises, cafés, colores tierra o quebrados, como también se les llama. En algunas ocasiones, al usar los tonos adecuados en las proporciones exactas, podemos lograr el color negro.
• Cuando deseamos un color específico en nuestro cuadro pero este es demasiado saturado o brillante, y deseamos “apagarlo” un poco, bajarle la intensidad para que no quede tan llamativo, le agregamos una pequeña cantidad del complementario, pero sin que se cambie la tendencia principal del color.
• Para obtener las sombras más oscuras de los colores, es más apropiado agregar el color complementario, en lugar de usar exclusivamente el color negro.
• Igualmente, para obtener zonas de luces altas más llamativas, se pone una pequeñísima parte del color complementario en el blanco, el cual si lo usamos sólo dará un efecto aburrido y frío.




Un truquito! Mira fijamente el color por 30 segundos y luego mira una pared u hoja en blanco, en la cual por efectos ópticos verás un “fantasma” del color complementario, practícalo.

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