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domingo, 22 de septiembre de 2019

TILSA TSUCHIYA





Tilsa Tsuchiya Castillo 

Es hija del médico japonés Yoshigoro Tsuchiya, quien nació en la ciudad japonesa de Chiba y llegó al Perú luego de estudiar medicina en Estados Unidos y de la peruana descendiente de chinos, María Luisa Castillo.
Es considerada como una de las mayores exponentes de la pintura en el Perú por haber ganado el prestigioso Premio Bienal de Pintura Teknoquímica en 1970, cuya obtención significó su consagración como artista, marcando un cambio de rumbo en la plástica peruana. Creó un mundo dominado por personajes de leyenda, ajeno a la postura política que muchos artistas plasmaron en sus obras en tiempos de dictadura militar.


Tilsa nació en Supe un 24 de setiembre de 1929, fue la sétima entre los ocho hermanos que quedaron huérfanos tempranamente. Tilsa fue conocida en el entorno familiar con el sobrenombre de "la chola", desde chica contemplaba dibujar a su hermano Wilfredo y despertó en ella un gran interés por el arte y a los ocho años aprendió a dibujar y desde entonces ella sabía que sería una artista.



Ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) en 1947 en ese mismo año enfrentó la muerte de su padre y dos años después la muerte de su madre, motivos por los cuales se vio obligada a interrumpir sus estudios para poner una vidriería y taller de enmarcado con su hermano Wilfredo. Además durante la posguerra, los descendientes de japoneses fueron agredidos y maltratados debido al apoyo que en esos momentos el Perú daba a Estados Unidos. Cuando reanudó sus estudios asistió a los talleres de dos grandes maestros: Carlos Quíspez Asín y Ricardo Grau.
Tilsa pertenece a la “promoción de oro” de la ENBA, formada por Alberto Quintanilla, Gerardo Chávez, Alfredo González Basurco, Oswaldo Sagástegui, Milner Cajahuaringa y Enrique Galdos Rivas. Al estar becada, ella tuvo que esforzarse el doble que sus compañeros. Esta condición hizo que explote su talento logrando egresar en 1959 con el Gran Premio de Honor y Medalla de Oro.



Entró al mundo artístico con el pie derecho. Ganó una beca para estudiar en Francia y presentó su primera muestra individual en el entonces célebre Instituto de Arte Contemporáneo. En su primera etapa pintó bodegones que recrearon su vida en el barrio chino, lugar que dejó para estudiar en Europa.
Estudió francés, historia del arte y grabado. Tilsa llegó a París consciente de que en Lima había aprendido a pintar y que ahora necesitaba ampliar sus conocimientos en otras disciplinas. En tres años Tilsa maduró, se las ingenió para vivir con poco dinero pero enfermó de tuberculosis.
Le interesó muchísimo el arte medieval y no el que se gestaba durante su estadía en París. Al respecto declaró: “Viendo todo lo nuevo, fácilmente hubiera podido `pegarme´ a lo que cambia todas las semanas. Creo que un artista debe seguir lo que le nace, debe ser fiel a sus voces interiores, y no cambiar cuando cambian los gustos o las demandas del mercado. A mí nada de eso me interesa”.



En 1963 se casó con el francés Charles Mercier y adquirió la nacionalidad de su esposo, ese mismo año nació su segundo hijo Golles Mercier Tsuchiya.
Cuando regresó al Perú, en 1967, comenzó a desarrollar su mitología personal que iba contra las propuestas visuales de ese entonces. En el dibujo Tilsa encontró la herramienta perfecta para hacer bocetos de sus cuadros y probar modificaciones y variantes. De su amistad con el poeta Arturo Corcuera nacieron las ilustraciones para el poemario “Noé delirante” y “De los duendes y la villa de Santa Inés”.



En la década del 70 el erotismo fue el tema central de sus obras. Para Tilsa los grandes amores eran símbolos de unidad y armonía. De allí se desprende en 1975 “Tristán e Isolda”, cuadro que la consagró como una de las pintoras más importantes del país.


 En él se muestra a un hombre y una mujer sin brazos frente a frente con las lenguas entrelazadas sobre una nube que flota por encima de un paisaje de montañas y árboles. La artista solo expuso este cuadro acompañado de la ópera de Wagner. Esta obra no estaba en venta, pues sería la herencia de su hijo Gilles. Solo se vendió el grabado.


Finalmente en 1975 regresó al Perú y se instaló en la Calle Portugal, del distrito limeño de Breña. A partir de entonces su trabajo empezó a adquirir elementos de fantasía y narrativa, incorporando aspectos de la imaginería y de la mitología de los indígenas peruanos con influencias europeas.



Falleció en 1984 un 23 de setiembre, víctima del cáncer, a los 55 años de edad.
La obra de Tilsa era fascinante por su técnica, por su manera de aplicar la pincelada, era un toque de pincel muy corto, y que iba produciendo gradaciones de uno a otro color, estos tipos de sfumatos y «veladuras» a la manera de los antiguos cuadros chinos y japoneses de los años 1.000.

981 039 295

Pinturas:
Arlequín (1955)
Bodegón (1956)
Músicos Andinos (1968)
Cuarteto indio (1967)
Aro Negro (1968)
Soledad (1968)
Niña en la noche (1968)
Los comensales (1968)
Aguas superiores (1969)
Machu Picchu (1970)
Bodegón con pato (1971)
Guardián del viento (1971)
Paraiso (1971)
Canto de guerra santa (1972)
La gran madre (1972)
Mito de los sueños (1974)
Escorpión (1974)
Mujer volando (1974)
El mito del pájaro y las piedras (1975)
Mito del fruto (1975)
Mito de la laguna (1975)
Tristán e Isolda (1974-1975)
El mito del guerrero rojo (1976)
Mito del árbol (1976)
Mito de la mujer y el vuelo (1976)
Pelícano (1978)
Mujer y mono (1979)
La mujer de las islas (1979)
Fuente: es.wikipedia.org.



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