Waris Dirie, nacida en la tribu del desierto de Somalia en
una familia de pastores nómadas, de pequeña disfrutaba intensamente la libertad
de observar la naturaleza, Mi calvario empezó los 13 años cuando mi padre me
dijo que ya había elegido esposo para mí. Consciente de que debía actuar
deprisa, le revele a mi madre mi plan de escapar.
La madre de Waris
Pensaba en ir a buscar a una
tía que vivía en Mogadiscio, la capital, ciudad en la que nunca había estado.
Mientras mi padre y el resto de la familia dormían, mi madre me despertó y me
dijo: Vete ya.
Mire a mi alrededor, pero no había nada que llevar; ni agua ni
comida.
Así que descalza, y con solo una túnica para cubrirme, eche a correr
por el oscuro desierto antes de llegar a Mogadiscio, capital de Somalia.
Allí,
sus parientes la mandaron a trabajar como criada a la Embajada de su país en
Londres, donde pasó la adolescencia sin saber leer ni escribir. Antes de volver
a un país destrozado por la guerra, prefirió permanecer ilegalmente en Londres
donde conoció a Marilyn, una dependienta con carácter, que la acogió y las dos
se hicieron amigas íntimas.
Como en un cuento de hadas, Waris Dirie, se
convirtió en una de las top modelos más
solicitadas de la época, recorrió un camino fascinante que la llevó desde los
desiertos del noreste de África hasta las pasarelas y ser portada de las mejores
revistas de moda más prestigiosas.
Mientras trabajaba en un restaurante de
comida rápida, fue descubierta por el famoso fotógrafo Terry Donaldson.
La
ambiciosa agente Lucinda supervisó su transformación en modelo.
Pero detrás de
la brillante fachada de la nueva vida de Waris se escondía un destino
conmovedor.
A pesar del éxito, Waris no podía deshacerse del peso de un
terrible secreto.
En la cumbre de su carrera, reveló públicamente que había
sido víctima de la ablación (mutilación genital femenina - FGM).
Su historia
despertó una oleada de simpatía y controversia, por lo que decidió dedicar el
resto de su vida a luchar contra esta tradición inhumana.
Su relato conmovió a
millones de personas.
El libro de Waris Dirie, "Flor del desierto", en
el que cuenta el viaje de una joven nómada africana hasta convertirse en una
top model internacional, se convirtió en una super ventas en todo el mundo con
más de once millones de ejemplares vendidos.
Esta es la historia de una mujer
extraordinaria, orgullosa y valiente.
La realizadora y guionista Sherry Hormann
y el oscarizado productor Peter Herrmann ("En un lugar de África")
han adaptado la autobiografía de Waris Dirie para la gran pantalla.
Es un
cuento de hadas moderno, a caballo entre el glamour resplandeciente y los
rituales arcaicos, lleno de vitalidad, emociones y compasión.
Pero también es
un desgarrador grito contra la terrible e inhumana tradición de la mutilación
genital femenina (FGM).
Waris Dirie Acababa de cumplir cinco años cuando su
madre la llevó a ver a una anciana en el monte. Una midgaan (mujer que se
encarga de practicar las infibulaciones), la esperaba junto al catre con una
cuchilla oxidada en la mano para circuncidar a su clítoris, sin anestesia.
“Verás cómo no es nada. Ahora tienes que demostrar que eres una mujer”,
le dijo
su madre mientras la sujetaba con fuerza. Le pusieron un palo en la boca para que lo mordiera.
Después sintió un
intenso dolor allá abajo. Dejó sus dientes marcados en la madera antes de desvanecerse.
A continuación le cosieron la herida con una
espina a modo de aguja y un hilo grueso.
Al despertarse, vio sus genitales
expuestos sobre una roca, secándose al sol.
En
esos días luchaba contra un terrible dolor.
Ella tuvo una infección
grave y desarrolló una fiebre muy alta pero sobrevivió a esta terrible práctica
Tardó semanas en volver a caminar.
Cuando lo hizo regresó a la roca. Los
animales habían devorado los órganos sexuales.
Su sexo se había desvanecido,
aquel día murió su niñez.
Se casó con el hermano de una amiga, un “chiflado”,
sólo para poder permanecer en el país. Fregaba suelos en un McDonald’s cuando
un fotógrafo la descubrió para convertirla en lo que es hoy: una mujer africana
cuya existencia se debate entre las ancestrales costumbres de su tribu y el
esplendor y lujo de las pasarelas del mundo occidental. Sin embargo, y a pesar
del éxito, su alma siguió llorando durante los 22 años que tardó en regresar a
su país para reencontrarse con su familia.
http://youtu.be/a7wLOCLGPW0- Flor del Desierto
Muchas de las 8.000 niñas que son
víctimas de mutilación genital cada día mueren en el resultado.
A pesar de sus
terribles consecuencias, el ritual de 4.000 años de edad, de circuncidar a
jóvenes niñas todavía se practica en todo el mundo.
Hace más de doce años,
Waris Dirie comenzó a luchar contra la mutilación genital femenina. Ella se
convirtió en una enviada especial de la ONU y en 2002 fundó la Waris Dirie
Foundation en Viena. Uno de los requisitos para la acción común y eficaz contra
la mutilación genital femenina MGF en todo el mundo es un claro consenso:
"La mutilación genital
femenina es un crimen. No lo vamos a tolerar."
La ONU, La Unión Europea,
la Unión Africana y las demás organizaciones internacionales deben pasar una
declaración en este sentido en nombre de todos sus Estados miembros, y deben
velar también porque el público llegue a oír hablar de ello.
Entonces nadie
podrá decir que él o ella no sabía que la mutilación genital femenina MGF es un
delito! De 6.000 a 8.000 niñas son mutiladas "por día" en África,
Medio Oriente, Asia, Europa, USA y Latinoamérica. STOP
Las mujeres son la
columna vertebral en África. Realizan la mayor parte del trabajo y, a pesar de
esto, carecen de poder tomar decisiones. No tienen voto ni voz, a veces ni
siquiera para decir con quien quisieran casarse.
Organización Promotora de Actividades Educativas,Desarrollo y Bienestar Social sin fines de Lucro en beneficio del más necesitados niños,joven y adulto mayor.
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