Todos los problemas
que aparecen fuera, en nuestras vidas, se ocasionan por los nudos psicológicos
que uno lleva dentro; que si no deshago los nudos, no va a desaparecer el
problema.
¿Qué tienen en común la filosofía y la meditación?
Meditación es un
término que se aplica a muchas prácticas mentales diferentes, algunas muy
superficiales. La meditación a la que acostumbro a llamar “contemplación”, para
evitar esa ambigüedad, consiste en profundizar en la mente y en el corazón.
La
dirección ha de ser clara: hacia lo Real, más allá de las apariencias.
Si no se
hace una investigación filosófica sobre esa diferencia, no es posible tomar la
dirección correcta.
Por eso, ambas cosas, investigación y contemplación, han de
ir juntas. En los dos casos se ha de traspasar la zona del pensamiento
mecánico.
El pensamiento, no es malo ni bueno, simplemente es un instrumento
psicofísico mecánico, no creativo, que, habitual e inconscientemente, se
identifica con la propia identidad. En esa identificación está el problema.
La
visión de la Verdad es lo único que ofrece eso. Por no haber observado el
funcionamiento de la mente se puede confundir una intuición o visión verdadera
con el pensamiento que la formula.
¿Qué nos aporta el silencio (la meditación,
la contemplación) que no puede aportarnos el pensamiento?
Es necesario hacer
silencio en los pensamientos y en las emociones que ocasionan para poder
observar el funcionamiento de la mente. Al hacerlo, y no antes, se descubre que
la realidad no es lo que parecía mientras estábamos identificados con los
pensamientos, es decir, con las sensaciones interpretadas, con teorías o
doctrinas acumuladas en la memoria y luego repetidas de mente en mente.
El
silencio da entrada a una visión directa de la Realidad. Desde él se percibe ya
la brisa de algo verdadero; y se descubre allí también algo de la plenitud del
Ser a distintos niveles de percepción. La paz y felicidad que anhelamos están
en lo profundo de nosotros mismos y únicamente desde allí la recibe la persona.
Siempre se cree que la felicidad se encuentra
desde fuera y la buscamos inútilmente en experiencias exteriores. Ese es
un error de graves consecuencias. Es porque nos falta lucidez.
La luz de la
conciencia que eres se manifiesta en un vivir sereno, armonioso y creativo. La
claridad de la conciencia ilumina nuestra vida. Esto quiere decir que lo que
vivimos es siempre expresión del lugar interno de la conciencia en que nos
encontramos. Contemplar es profundizar más y más en la conciencia. Al hacerlo,veo todo más claro y, por consiguiente, me muevo de manera más inteligente y
armoniosa. Al hacerlo, lo descubriré, mantenerlo en la memoria como una teoría
más, no servirá de nada.
Cuando hablamos de contemplación, nos estamos
refiriendo aquí a una nueva manera de colocar la mente mirando hacia el origen
de la Luz. Esto no es un ejercicio que se aprende por repetición y se hace para
conseguir algo ajeno al mismo meditar, pues el mismo deseo de conseguir algo
obstaculiza esa colocación mental.
La contemplación se realiza por amor a la Verdad,
a la Libertad, a la Belleza o al Amor mismo. No se medita para conseguir
mejores cosas o situaciones en la vida. Se hace, en realidad, cuando hay un
anhelo intenso por descubrir la vida verdadera. Si ese anhelo está tapado con
evasiones, no se emprenderá un camino contemplativo hasta haberlo puesto al
descubierto. Intentarlo por mera curiosidad no llevará a ninguna parte. Las
vicisitudes de la vida pueden parecer que van abriendo paso a esa sincera
necesidad, pero no sucede así necesariamente. Si lo que anhelamos es la Belleza
verdadera hemos de ir a buscarla donde se encuentra, en el origen de nuestro
anhelo.
Eso requiere silencio de emociones y deseos. Contemplar la Belleza
traerá belleza a nuestra vida.
El silencio está siempre detrás del ruido de los
pensamientos y emociones, detrás de la distracción con las sensaciones y
actividades.
El silencio está siempre ahí. Habría que hacer una parada del
aturdimiento y volvernos a nuestro interior.
¿Cómo conseguir el silencio?
Mejor
tendríamos que preguntarnos como conseguimos ahogar con nuestras distracciones
la bella melodía del silencio.
En contacto con la naturaleza es más fácil
percibir esa bella melodía.
El silencio no es utilizable para nada.
Aquello que
es nuevo y creativo en cada instante no se puede manipular.
La paz y el
autoconocimiento brotan de la mirada serena de una mente silenciosa. Sin
embargo, la actitud de querer conseguir algo impide esa mirada límpida.
El
sufrimiento, no el físico sino el psicológico, sobreviene por no comprender la
vida. Y mientras no encuentres comprensión, el sufrimiento no aportará nada
positivo.
Si al sufrir comprendo que he tomado un camino equivocado en mi
interior, entonces lo vivido es un aprender.
Al hablar de la unidad se hace
referencia a la Conciencia única.
Es el origen de todo, lo Real tras las
apariencias sensoriales, emocionales y mentales que sí son múltiples.
Al intuir
la unidad a pesar de las experiencias psicofísicas de separación descubro el
Amor, la Belleza y la Libertad incondicional.
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