Hay sabiduría cuando
podemos ver el paso del tiempo serenamente, cuando podemos verlo tal y como es. La Sabiduría y el Amor
deben equilibrarse mutuamente, complementarse armoniosamente, fusionarse
gloriosamente.
La Sabiduría sin Amor es un elemento destructivo.
El Amor sin Sabiduría puede conducirnos al error. Amor verdadero es Ley, pero debe ser Amor Consciente, Amor con Sabiduría.
El Amor sin Sabiduría puede conducirnos al error. Amor verdadero es Ley, pero debe ser Amor Consciente, Amor con Sabiduría.
Sin sabiduría no hay
verdadero amor.
Sin sabiduría, el amor que existe es el amor convencional, con apegos: amo lo mío, lo que me gusta, lo que me apoya, etc. O también el amor biológico, que me produce una satisfacción física. O el amor afectivo, con dependencias psicológicas. O el amor mental: mis ideas, mis opiniones, etc. Pero no el amor que viene de la comprensión de la unidad (Conciencia).
Sin sabiduría, el amor que existe es el amor convencional, con apegos: amo lo mío, lo que me gusta, lo que me apoya, etc. O también el amor biológico, que me produce una satisfacción física. O el amor afectivo, con dependencias psicológicas. O el amor mental: mis ideas, mis opiniones, etc. Pero no el amor que viene de la comprensión de la unidad (Conciencia).
El conocimiento intelectual sin el Ser Espiritual produce
confusión intelectual, perversidad, orgullo, engreimiento, vanidad, etc. No es
posible comprender (experimentar) cuando estás entretenido con tus pensamientos
y sus emociones: “¿Por qué me pasa esto a mí?” “Qué haré en tal
situación?” “Tengo que conseguir esto” “Tengo que convencer a esta persona para
que haga esto otro”... En fin de esa
manera, con todas esas preocupaciones e inquietudes, no es posible comprender.
Y si no comprendes no amas. Por tanto, no es posible el amor.
Organización Promotora de Actividades Educativas,Desarrollo y Bienestar Social sin fines de Lucro en beneficio del más necesitados niños,joven y adulto mayor.
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