UN POCO DE HISTORIA
Al igual que otros muchos inventos, objetos
y costumbres, la aparición del zapato data de las civilizaciones antiguas.
Entonces, el zapato no sólo se utilizaba para proteger los pies sino que era un
símbolo que marcaba diferencias entre los seres humanos. En Egipto, sólo el
faraón y los dignatarios podían llevar calzado. En Grecia, eran los hombres
libres los que utilizaban zapatos, mientras que en Roma los esclavos andaban
descalzos y los criminales lo hacían con pesados zapatos de madera.
En esta
época, el calzado más usado era la sandalia, aunque también existía otro tipo
de zapato, la bota. Son los griegos los que empezaron a adaptar los zapatos a
todo tipo de pie y actividad: para guerreros, para sacerdotes...
Esta variedad
en el calzado adoptada por Grecia será generalizada por Roma, donde el
significado del zapato se amplía y se convierte en símbolo de estatus o en
amuleto para la buena suerte. En la Edad Media se produce un cambio en el uso
que se le da al calzado. Se ignora cualquier significado simbólico y comienza a
cobrar fuerza el gusto por lo estético. O lo que es lo mismo, el zapato empieza
a ser un elemento para ensalzar las virtudes o tapar los posibles defectos en
los pies.
En esta época empiezan a ser los personajes públicos los que marcarán
la moda. Godofredo de Plantagenet calzaba polainas para disimular una
excrecencia en la punta del pie. Carlos VIII usaba tacón de punta cuadrada para
cubrir sus pies de seis dedos. Luis XIV pone de moda el zapato de tacón con el
fin de disimular su corta altura. Pero si en el Medievo eran los monarcas los
que marcaban el ritmo de la moda, en el siglo XVIII un acontecimiento será el
referente para el zapato: la Revolución Francesa.
Se busca un zapato cómodo. De
esta forma el tacón cede su paso al zapato plano, a los escarpines estrechos y
a las sandalias de tiras enlazadas (reminiscencias de la Roma antigua). a
finales de los años 30 comienza a adquirir fuerza el botín al igual que se crea
el cubre zapatos o polaina.
Es en esta época cuando aparece un modelo que
dejará una huella imborrable: el calzado Oxford. No cabe duda de que es una
época importante para el zapato:
Gracias a la maquinaria utilizada empieza a
hablarse de una industria del calzado y a finales del siglo XIX incluso se da
la producción en serie. En esta época, encargar un par de zapatos a un artesano
era un signo de distinción social. El siglo XX será el siglo del zapato
femenino. Poco a poco las mujeres se incorporan a la esfera pública debido en
parte a que tienen que sustituir en el trabajo a los hombres que marchan a la
guerra. Se pone de moda un look andrógino y práctico: vuelve el calzado bajo.
Las guerras proliferantes en este siglo hacen que haya escasez de materiales:
el cuero es sustituido por otros materiales menos nobles.
Con los años 50 llega
el tacón de aguja o stiletto, que vuelve a ser de nuevo alto y sutil, mientras
que el zapato bajo llamado "bailarina" se difunde a través de medios
masivos como el cine (Audrey Hepburn los calzaba en "Sabrina").
Será
una década más tarde cuando regresen los zapatos altos: mocasines, altas
plataformas... y, poco a poco, se va mostrando una tendencia que es la que
marca las últimas décadas del siglo XX.
En el presente habrán mucha variedad y estilo.
Un zapato para cada momento y
para cada persona.
¿Sabías qué?
•En los tiempos bíblicos se entregaba
una sandalia como un signo de juramento o para cerrar un contrato.
•Las
primeras sandalias de cuero y adornos hechos de oro fueron halladas en el baño
del faraón Tutankamón.
•Las primeras plantillas utilizadas para proteger los
pies comenzaron siendo de corcho.
•El calzado más antiguo que se conoce es un
par de sandalias fabricadas con paja trenzada, y que provienen de Egipto.
FUNDACIÓN Q´INTIOrganización Promotora de Actividades Educativas,Desarrollo y Bienestar Social sin fines de Lucro en beneficio del más necesitados niños,joven y adulto mayor.
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