El pasado 22 de Octubre del 2013, una hermosa joven neoyorkina
muy llamativa publicó un anuncio en un importante diario estadounidense como si se tratara de una oferta de trabajo, solicitando
un marido millonario.
EL AVISO FUE EL SIGUIENTE:
“Soy una chica hermosa (yo diría que muy hermosa) de 25
años, bien formada y tengo clase.
Quiero casarme con alguien que gane como
mínimo medio millón de dólares al año.
¿Tienen en este portal algún hombre que gane 500.000
dólares o más?
Quizás las esposas de los que ganen eso me puedan dar algunos
consejos.
Estuve de novia con hombres que ganan de 200 a 250 mil, pero no puedo
pasar de eso, y 250 mil no me van a hacer vivir en el Central Park West.
Conozco
a una mujer, de mi clase de yoga, que se casó con un banquero y vive en
Tribeca, y ella no es tan bonita como yo, ni es inteligente.
Entonces, ¿qué es lo que ella hizo y yo no hice?
¿Cómo
puedo llegar al nivel de ella?
LA RESPUESTA NO TARDO EN LLEGAR:
“Leí su consulta con gran interés, pensé cuidadosamente
en su caso e hice un análisis de la situación.
Primeramente, no estoy
haciéndole perder tiempo, pues gano más de 500 mil por año. Aclarado esto,
considero los hechos de la siguiente forma:
Lo que Ud. ofrece, visto desde la
perspectiva de un hombre como el que Ud. busca, es simplemente un pésimo
negocio.
He aquí los por qué: Dejando los rodeos de lado, lo que Ud. propone es
un simple negocio: Ud. pone la belleza física y yo pongo el dinero.
Propuesta clara,
sin recovecos.
Sin embargo existe un problema.
Con seguridad, su belleza va a
decaer, y un día va a terminar, y lo más probable es que mi dinero continúe
creciendo.
Así, en términos económicos, Ud. es un activo que sufre depreciación
y yo soy un activo que rinde dividendos.
Ud. no sólo sufre depreciación, sino
que, como asta es progresiva, ¡aumenta siempre!
Aclarando más, Ud. tiene hoy 25
años y va a continuar siendo linda durante los próximos 5 a 10 años; pero
siempre un poco menos cada año, y de repente, si se compara con una foto de
hoy, verá que ya estará envejecida.
Esto quiere decir, que Ud. está hoy en
“alza”, en la época ideal de ser vendida, no de ser comprada.
Usando el
lenguaje de Wall Street, quien la tiene hoy la debe de tener en “trading
position”
(posición para comercializar) , y no en “buy and hold” ( compre y
retenga ), que es para lo que Ud. se ofrece.
Por lo tanto, todavía en términos
comerciales, el casamiento (que es un “buy and hold”) con Ud. no es un buen
negocio a mediano o largo plazo, pero alquilarla puede ser en términos
comerciales un negocio razonable que podemos meditar y discutir usted y yo.
Yo
pienso que mediante certificación de cuán “bien formada, con clase y
maravillosamente linda” es, yo, probable futuro locatario de esa “máquina”,
quiero lo que es de práctica habitual: Hacer una prueba, o sea un “test drive…”
para concretar la operación.
En resumidas cuentas: como comprarla es un mal
negocio, por su devaluación creciente, le propongo alquilarla por el tiempo en
que el material esté en buen uso.
Esperando noticias suyas, me despido
cordialmente.
Atentamente: Un millonario que por eso es millonario”.
Organización Promotora de Actividades Educativas,Desarrollo y Bienestar Social sin fines de Lucro en beneficio del más necesitados niños,joven y adulto mayor.
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