Niño Jesús, protégenos de los hombres enfermos de
avaricia y de maldad que buscan esclavizar a los justos.
Líbranos de los deseos
del Demonio del Exterminio.
Líbranos de las pérdidas y de la destrucción.
Líbranos de la infelicidad de la guerra.
Ayúdanos a percibir el amor que hay en
el Universo y hacernos eco de él para reproducirlo hasta el último rincón de la
tierra.
En el corazón de la guerra sólo hay odio; en el corazón de la vida sólo
debe haber amor, entonces enséñanos con tu sabiduría, el verdadero camino de la
vida que es el amor.
Niño Dios abre nuestros ojos.
Danos integridad de
espíritu, danos humildad y gratitud.
Enséñanos a buscar la grandeza y la
perfección. Enséñanos a ser benevolentes y compasivos. Guíanos por los senderos
del amor, que es luz, que es comprensión, tolerancia, perdón, porque de todas
estas cosas está hecha la paz, y la paz engendra vida.
Guíanos amorosamente hacia
la paz, porque el poder del amor es capaz de resolver y disipar todo aparente
problema. La paz es vida ahora y por siempre.
¡Amén!
Solo dando Amor encontraremos la Paz tan anhelada.
¡Feliz Navidad!
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