Instauración de la
Fiesta de María, Reina
El 1° de noviembre de 1954, al final del Año Mariano, el
Santo Padre Pío XII colocó una corona enjoyada sobre la pintura de Nuestra
Señora, Protectora de Roma.
En ese momento, se levantó un fuerte llanto de entre la gran
multitud congregada en Santa María La Mayor: "¡Viva la Reina!"
El Papa nombró a la Virgen Reina de cielos y tierra, y
decretó que se celebrara una fiesta especial para honrarla bajo ese título. No
era éste un nuevo privilegio para la Madre de Dios. Ella siempre ha sido
considerada nuestra Reina, como lo testifica el arte Mariano desde los primeros
siglos y las oraciones, especialmente la Letanía de Loreto.
Sin embargo, no había hasta entonces fiesta en particular
que lo conmemorara.
En la actualidad esta fiesta se celebra el 22 de agosto.
papa pío XII
Características del reinado de María Santísima
Preeminencia: "Su honor y dignidad sobrepasan toda la
creación; los ángeles toman segundo lugar ante tu preeminencia". San
Germán.
Poder Real: Que la autoriza a distribuir los frutos de la
redención. La Virgen María no sólo ha tenido el más alto nivel de excelencia y
perfección después de Cristo, pero también participa del poder de Su Hijo
Redentor ejercita sobre las voluntades y mentes.
Inagotable eficacia de Intercesión con su Hijo y el Padre:
Dios ha instituido a María como Reina del cielo y tierra, exaltada sobre todos
los coros de ángeles y todos los santos. Estando a la diestra de su Hijo, ella
suplica por nosotros con corazón de Madre, y lo que busca, encuentra, lo que
pide, recibe.
Reinado de Amor y Servicio: Su reinado no es de pompas o de
prepotencia como los reinos de la tierra. El reino de María es el de su Hijo,
que no es de este mundo, no se manifiesta con las características del mundo.
María tiene todo el poder como reina de cielo y tierra, y a la vez, la ternura
de ser Madre de Dios. En la tierra ella fue siempre humilde, la sierva del
Señor. Se dedicó totalmente a su Hijo y a su obra con Él, y sometida con todo
su corazón, con toda su voluntad a Él, colaboró en el Ministerio de la
Redención. Ahora en el Cielo, ella continúa manifestando su amor y su servicio
para llevarnos a la salvación.
Respuesta a los hermanos separados
Hay quienes rechazan el reinado de María Santísima, alegando
que ella no puede ser reina ya sólo Jesús es rey. Estos hermanos no comprenden
la naturaleza del Reino. El reino de María Santísima no es un reino aparte al
de su Hijo. Es el mismo reino. Donde Jesús reina, María su Madre reina también.
Se trata de dos corazones eternamente unidos en el amor divino. Dios ha
dispuesto que así fuese. María, lejos de quitarle al reinado de su Hijo, lo
propicia. Ella es la más sumisa, la más fiel en el reino y por eso también la
más exaltada.
Lucas 1:48 "porque ha puesto los ojos en la humildad de
su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán
bienaventurada".
SALVE
Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A Tí llamamos los desterrados hijos de Eva;
a Tí suspiramos,
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora,
abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
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