Desde que somos concebidos,
empezamos a percibir lo externo, a mirar, escuchar, sentir…Lo que captamos
puede tocarnos adentro, aun desde lejos.
Al oír absorbemos vibraciones que se
dan a nuestro lado, también por ello comprendemos. Los aromas pueden
embelesarnos, tranquilizarnos, o emocionarnos…
Y sí, puede ser que lleguemos a
saber el porqué, el cómo, de lo que nos rodea…
Llegamos a entender cómo es que
podemos impulsarnos, cómo ir allá a las cumbres, cómo amar al que está a
nuestro lado…
Descubrimos cómo andar, manejar, nadar, jugar, bailar, volar…
y
también porque el mundo suele girar al revés, porque la alegría, el
dolor…
Desciframos cómo hacer para cambiar el sentido del camino por el que
andamos…
Pero aún así vamos en busca del amigo que nos diga: ¿cómo hacer?
Sucede que solo queremos expresar aquello que de alguna manera quedo atravesado
sin poder salir.
Sucede que escuchamos otra vez lo que ya conocemos, o creíamos
conocer?, tal vez…
Y en este mundo de ciencias llegamos a darnos cuenta, que
conocer, a veces, no basta… Porque sí, creemos tanto en las palabras, ellas
pueden tanto y tanto, pero…
El niño que vive adentro más que palabras entiende
de sonrisas, besos, abrazos…
Un lenguaje a veces olvidado…
Quizá creerás que
abrazar es solo estrechar entre los brazos…
Pero un día sabrás que también es
dar calor de corazón a corazón…
A veces solo necesitamos un abrazo, para sentir
que el mundo es un lugar amable, bueno, que todo está bien…
Sucede que en
algunos momentos necesitaremos sentir el calor de ese amigo que nos recibe en
un abrazo, que es capaz, más que mil explicaciones, de consolarnos…
La amistad
dijo: Yo Soy como una madre que consuela tus temores Y tiernamente seca todas tus lágrimas y te arrullo con un abrazo.
Organización Promotora de Actividades Educativas,Desarrollo y Bienestar Social sin fines de Lucro en beneficio del más necesitados niños,joven y adulto mayor.
0 Tú opinión importa...:
Publicar un comentario