LA EDUCACIÓN Y EL LENGUAJE DE LAS VIRTUDES.
Los seres humanos establecen relaciones con el medio
natural y social en que ellos se desenvuelven. A través de distintas
actividades, sean estas productivas, sociales, artísticas, culturales, están en
permanente comunicación social, donde surgen otras necesidades espirituales o
materiales, y cuando estas son satisfechas, se convierten en valores.
Los
valores se forman en los distintos procesos de socialización bajo influencia de
diversos factores, familia, escuela, medios de comunicación, organizaciones
políticas, sociales y religiosas. Los valores no son absolutos ni inmutables,
pueden cambiar a lo largo de nuestras vidas, para mejora de nosotros mismos y
de la sociedad.
La comunicación es considerada como una verdadera acción
que permite, antes de nada, tomar conciencia, comprender y valorar las
acciones, actitudes, conductas y/o comportamientos tanto nuestros como también
de los demás.
Los valores están
implícitos en la formación de la personalidad. Una formación que corresponde,
sobre todo, a la familia, pero también a la escuela, a los medios de
comunicación, al espacio público en todas sus manifestaciones. Se debe
rescatar, valores como el respeto, la convivencia, el esfuerzo, la equidad o la
utilización razonable de la libertad.
EL AGRESOR- El bullying
Característica distintiva de los agresores típicos es su
belicosidad con los compañeros.
Pero a veces los agresores también se muestran
belicosos con los adultos, tanto con los
profesores como con los padres. En general, tienen una actitud de mayor
tendencia hacia la violencia y el uso de medios violentos que los otros alumnos.
Además, suelen caracterizarse por la impulsividad y una necesidad imperiosa de
dominar a los otros. Tienen poca empatía con la víctima de las agresiones. Es
frecuente que tengan una opinión relativamente positiva de sí mismos. Si son
chicos suelen ser más fuertes físicamente que los demás y en particular, más
que sus víctimas.
Hay que destacar también la existencia de alumnos que
participan en las intimidaciones pero que normalmente no toman la iniciativas,
a estos les podemos llamar agresores pasivos, seguidores o secuaces. Es
probable que un grupo de agresores pasivos sea muy heterogéneo y que contenga
alumnos inseguros y ansiosos.
Entre psicólogos y psiquiatras es muy común la opinión de
que los individuos que adoptan un modelo de conducta agresivo y bravucón de
hecho esconden "bajo la superficie" una personalidad ansiosa e
insegura.
Se han encontrado
tres factores particularmente importantes que hacen que el chico luego se
vuelva agresivo:
*En primer lugar, la actitud emotiva básica de los padres hacia el niño, en especial la
de la persona que más cuida de él, es muy importante, quizá sobre todo la
actitud emotiva durante los primeros años. Una actitud básica negativa,
caracterizada por carencia de afectos y de dedicación, sin duda incrementa el
riesgo de que el chico se convierta más
tarde en una persona agresiva y hostil con los demás.
*Un segundo factor importante es el grado de permisividad
del primer cuidador del niño ante conductas agresivas de éste. Si el
cuidador suele ser permisivo y tolerante
y no fija claramente los límites de aquello que se considera comportamiento
agresivo con los compañeros, hermanos y adultos, es probable que el grado de
agresividad del niño aumente. *Un tercer
factos, que, según los resultados de las investigaciones, aumenta el agrado de
agresividad del niño es el empleo por
parte de los padres de métodos de "afirmación de la autoridad", como
el castigo físico y los exabruptos emocionales violentos. Esta conclusión
corrobora la idea de que la violencia
engendra violencia. Es importante establecer límites e imponer
determinadas reglas en la conducta de un niño, pero no debe hacerse mediante el
castigo físico ni recursos parecidos.
Finalmente, el temperamento del niño también desempeña su
función en el desarrollo de un modelo de reacción agresiva.
Como vemos los aspectos que llevan a un niño a ser
violento pueden ser variados, y juega en ello un rol importante la familia.
UN NIÑO RODEADO DE CARIÑO, DISCIPLINA, VALORES Y
TRANQUILIDAD FAMILIAR ES UN NIÑO EQUILIBRADO.
El consecuente deterioro de la familia, se ha
incrementado por la falta de educación en valores, que a su vez, realimenta el
camino hacia una mayor crisis.
Los valores empiezan por casa , es hora de
analizar y repensar en la distorsión de las funciones básicas de la escuela y
en la alteración de los roles de los actores; hay que cambiar el paradigma
educativo y preparar a los jóvenes, para ser buenos administradores de su
tiempo; solo con valores sólidos, se fortificaran las familias, mejorando la
convivencia global y si llegan a la función pública, serán mejores
administradores de la labor pública, donde no estará en juego o en duda su
reputación, sino su obra.
BUSCANDO UNA SONRISA-
tiene como objetivo educar a los jóvenes en los valores de solidaridad y
de responsabilidad social, sensibilizándolos a las realidades socio económicas y
políticas de las poblaciones más desfavorecidas y dándoles la oportunidad de
vivir y ayudar de manera activa estos
valores.
FUNDACIÓN Q´INTI
Organización Promotora de Actividades Educativas,Desarrollo y Bienestar Social sin fines de Lucro en beneficio del más necesitados niños,joven y adulto mayor.
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