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viernes, 20 de septiembre de 2013

¿QUE HAGO CON LA GRASA DE MI CUERPO?

Recuerda que tienes tú, que enseñarle a tu cuerpo a quemar esa grasa como energía. Necesitas tener grasa para sobrevivir, y para tu cuerpo. A causa de esto, cuando no comes por un período grande de tiempo (unas 4 horas diurnas), tu cuerpo entrará en lo que se llama modo de inanición. En el modo de salvación, tu cuerpo de hecho va a almacenar más grasa y a romper más tejido muscular para utilizarlo como combustible. Esto disminuye tu metabolismo y aumenta tu grasa corporal. 

Es básicamente un mecanismo de defensa. Sin combustible entrando, tu cuerpo teme que pueda tener que sobrevivir por algún tiempo sin comida. Tu cuerpo simplemente no sabe que te quedaste atrapado en un embotellamiento o que tuviste que saltearte el almuerzo porque tu jefe estaba obligándote a hacer su trabajo o te quedaste dormido y te fuiste a la universidad sin desayunar, en fin mil cosas. Tú cuerpo sólo piensa, voy a morir de hambre. Entonces, en vez de utilizar sus valiosas reservas de grasa, tu cuerpo se pone tacaño e incluso canibaliza su propio tejido muscular para usarlo como combustible. Por lo tanto, para evitar que tu cuerpo se desquicie y entre en el modo de inanición, trata de comer pequeñas comidas a lo largo del día. Cinco a seis comidas por día es lo ideal. Cuando digo comidas, no quiere decir que tengas que sentarte y comer tres platos. Un puñado de almendras o incluso un batido de proteínas pueden contar como una de esas comidas.  En el otro extremo del espectro, si comes un sándwich de pavo justo antes de saltar sobre la cinta, tu cuerpo tampoco quemará grasas. Cuando comes carbohidratos, tu cuerpo lo almacena en forma de glucógeno en tu hígado. A medida que gastas energía, tu cuerpo usa este glucógeno hasta que se queda sin. Cuando realizas cualquier tipo de actividad aeróbica, como correr, caminar, etc., tu cuerpo puede usar las reservas de glucógeno o de grasa como combustible. 


El problema es que tu cuerpo nunca va a usar tus reservas de grasa hasta que las de glucógeno se hayan terminado.  
¿Entonces, estás diciendo que si no como, mi cuerpo se va a asustar y va a aferrarse a mi grasa corporal; pero que si yo sí como, mi cuerpo la va a usar como combustible en lugar de quemar grasa? Sí..... 





puedes practicar algunas de estas opciones. 
Opción 1: Justo cuando te levantas, antes de comer o tomar algo (excepto agua), realiza 55 minutos de ejercicios cardio de impacto moderado. Caminar o una máquina elíptica es lo ideal. Si estás respirando muy fuerte para mantener una conversación normalmente, baja el ritmo. Si te mareas o te sientes débil por esta opción, come algo que no contenga carbohidratos antes de entrenar. Por ejemplo: claras de huevo, pechuga de pollo, o un batido de proteínas sin carbohidratos. El consumo de proteína no va a afectar tus reservas de glucógeno con lo cual tu cuerpo estará dispuesto para quemar las grasas. Si utilizas esta opción será mejor que desayunes cuando termines. 
Opción 2: Si sólo cuentas con 20 minutos por la mañana, haz intervalos antes de comer. Calienta 5 minutos, corre un minuto y camina 2. Cada vez que corras, hazlo de una manera un poco más intensa hasta que estés corriendo a toda máquina un minuto. Después de 20 minutos de estos intervalos, enfríate caminando 5 minutos y luego no comas por una hora después de haber terminado. Tu cuerpo quemará grasas toda esa hora.  
Opción 3: Si sólo puedes hacer tus ejercicios cardio en el medio o al final del día, usa cualquiera de las anteriores formulas pero trata de entrenar luego de 2 o 2 y horas después de haber comido.  
Opción 4: haz tus ejercicios cardio justo después de tu entrenamiento con peso. Sé que has oído que hay que hacerlo antes, eso está mal. Precalentando 5 minutos antes de tu entrenamiento con peso está bien, pero siempre hacer tus ejercicios cardio para quemadores de grasas después de tus entrenamientos de fuerza.  
Opción 5: Si tus sesiones de ejercicios Cardio son más intensas como en una clase avanzada de step o spin, estarás mejor teniendo algo en tu estómago. 
Prueba comiendo dos horas antes de la clase y luego no comas por una hora después de la clase. Casi siempre, durante un intenso ejercicio cardio, tu cuerpo no estará buscando quemar grasa como combustible. 
No sabe qué vas a detenerte en una hora. Cree que este comportamiento puede continuar por algún tiempo así que puede ponerse tacaño con sus reservas de energía. Pero va a quemar un montón de grasa en la hora posterior a tu entrenamiento…. 



El principal objetivo de los que acudimos a entrenar al gimnasio es conseguir desarrollar nuestra musculatura, conseguir esto es la tarea que nos proponemos, pero no a cualquier precio, sino evitando la acumulación de grasa, ya que una de las cosas que debemos hacer es ganar volumen muscular y lograr que éste se note al máximo. 
Esto es lo que se llama definición, un punto intermedio que nos permita conseguir músculo con la menos cantidad de grasa. 
Al ejercicio físico y a la intensificación del mismo lo que hacemos es sumarle una alimentación más rica que nos convierte en máquinas de comer, pues muchas personas se pasan casi todo el día ingiriendo alimentos pensando que de este modo conseguirán un mayor desarrollo muscular, cuando no es así en absoluto. 
Es cierto que cuando queremos conseguir más masa muscular debemos consumir más alimento, y sobre todo más proteínas que nos ayuden a generar tejido la alimentación es fundamental a la hora de conseguir un correcto desarrollo muscular, y es también cierto que al realizar ejercicio y estar en un proceso de crecimiento el cuerpo necesita más cantidad de alimento, pero el exceso nunca es bueno. 
Debemos tener muy claro que el organismo tiene un límite a la hora de desarrollar el tejido muscular, por ello una vez que alcanzó ese límite no sirve de nada seguir alimentando las fibras, ya que no seguirán creciendo y todo el exceso de alimento que injiramos se acumulará en el organismo en forma de grasa. 
Por ello es necesario que guardemos un poco las formas en lo que a alimentación se refiere y saber cuánto y en qué momentos debemos consumirlo. Para empezar es necesario que evitemos la ingesta de alimentos ricos en grasa, ya que el efecto que esto tendrá sobre el organismo puede ser fatal no solo estéticamente hablando. 
Es cierto que una persona que practica deporte debe consumir más calorías que una persona sedentaria, pero de nada nos servirá consumir cantidades tan elevadas como cinco mil o seis mil calorías como consumen muchas personas que quieren crecer. 
Lo recomendable para los que queremos crecer es tener en cuenta la ingesta de alimentos ricos en proteínas y bajos en grasa, y consumir unas quinientas o seiscientas calorías por encima de lo recomendado como normal. 

Aumentar el volumen muscular no debe ser una carrera de fondo en la que ingerir alimento es la única premisa, ya que debemos hacerlo con control y cabeza, pues nunca debemos pasarnos con las cantidades de alimento que consumimos, ya que el resultado será una acumulación excesiva de grasa y pérdida de definición muscular. 
Es cierto que la genética juega un papel importante, pero los hábitos son esenciales a la hora de ganar volumen sin ganar apenas grasa. 
Deberíamos, todos, saber que hacemos bien y mal aprendiendo del resto poco a poco y ser autocríticos. Paciencia, constancia y vida saludable.
Organización Promotora de Actividades Educativas,Desarrollo y Bienestar Social sin fines de Lucro en beneficio del más necesitados niños,joven y adulto mayor.

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