La vida de la artista está marcada por un entrar y salir de hospitales, consultorios
y exámenes de laboratorio, la historia clínica
nos revela un enorme sufrimiento físico a pesar
del cual pintó con una sinceridad por demás dolorosa.
Dr. Farill.
Tras superar algunas graves crisis de salud, y de forma
idéntica a como lo hacen los creyentes con los santos de su devoción, Frida
mostró su agradecimiento a los médicos mediante pinturas que siguen
rigurosamente las convenciones del exvoto.
Muestras de ello son las obras dedicadas al doctor Eloesser y al doctor Farill.
Muestras de ello son las obras dedicadas al doctor Eloesser y al doctor Farill.
Autorretrato con el retrato del Dr. Farill. Frida Kahlo
Oleo sobre masonite. 1951
41.5 x 50cm.
Colección Privada
Esta pintura así como las realizadas en agradecimiento al Dr. Leo Eloesser
guardan una cierta similitud, con la hermosa pintura de Francisco de Goya y
Lucientes, en su “Autorretrato con el Dr. Arrieta”
Dr. Leo Eloesser.
El Dr. Eloesser se convertiría en el asesor médico más confiable para la artista además de un gran amigo para ella, en esa época el dolor del pie y la atrofia en la pierna derecha hasta el muslo, aumenta considerablemente se retraen los tendones de dos dedos del pie, dificultando mucho el caminar normalmente.
El Dr. Leo Eloesser diagnostica deformación congénita de columna, dejando como secundarias las causas del accidente. Se toman radiografías que acusan escoliosis considerable. Aparece una pequeña úlcera trófica en pie derecho…
El Dr. Eloesser se opone a la intervención quirúrgica que le sugiere otros doctores a que
se realice Frida y es trasladada de
nuevo a San Francisco, Cal. Donde se le da reposo absoluto, sobrealimentación,
prohibición de bebidas alcohólicas, electroterapia, calcio terapia. Se restablece
un poco y vuelve a realizar su vida más o menos normal, que en el caso de Frida
era salir, pasear, divertirse, vivir a plenitud lo más que pueda.
Frida pintó este retrato del Dr. Leo en agradecimiento por su amistad y consejo médico que tanto apreciaba.
El Dr. Eloesser fue descrito como “un hombre bajo con el cuello como un pájaro, al cual le gustaban los cuellos de camisa almidonados y altos, parecía un hombre joven que se había vuelto viejo de repente y tocaba la viola”
Retrato del Dr. Leo Eloesser.
Frida Kahlo.
Oleo sobre masonite. 1931.
85.1 x 59.7cm.
Universidad de California.
Escuela de Medicina de California. EEUU.
El barco sobre la mesa es un modelo de un schooner similar
al que poseía el Dr. y que sacaba a navegar en la bahía de San Francisco. Frida
nunca había pintado un barco antes por lo que preguntó a Diego como pintar las
velas. Él le dijo “pintalas como
quieras”, las pinto planas y con rebordes y unidas al mástil con anillos como cortinas. Frida llamó al
barco los "tres amigos" en clara alusión al Dr. Eloesser, a Diego Rivera y a ella
misma. El nombre del barco fue pintado en el cuadro.
En agradecimiento por el tratamiento que estabilizó su
condición de vida, Frida pinto un
autoretrato para él. La dedicatoria inscrita en una banderola en la parte
inferior dice: “Pinté mi retrato en el año de 1940 para el Doctor Leo Eloesser,
mi médico y mi mejor amigo. Con todo mi cariño, Frida Kahlo”.
Autorretrato dedicado al Dr. Eloesser.
Frida Kahlo.
Frida Kahlo.
Oleo sobre masonite. 1940
59.5 x 40cm.
Colección Particular
Los pendientes o aretes que lleva fueron un regalo de Pablo
Picasso, el cual conoció mientras estaba en París. La mano en la inscripción así
como los pendientes, hacen referencia a lo que en México se llama “Milagros”.
Milagros son piezas hechas de cera o marfil con la forma del cuerpo humano que
la persona quiere que sea curada, y se deja en los altares del santo al que
rezan.
El collar de espinas alrededor de su cuello es un
recordatorio del dolor del cual el Dr. Eloesser la liberó.
Fue él quien más
tarde convenció a Diego Rivera de que se reconciliarán y se casara con Frida
por segunda vez.
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