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domingo, 1 de septiembre de 2013

EL CUERPO ES UN IMBÉCIL…

El primer paso de todo sistema de autoayuda es reconocer la verdad y el problema, y acá la verdad y el problema es uno muy claro: nuestro cuerpo es un imbécil. 
No en el sentido psicológico de la palabra, sino en el sentido de que no tiene la más remota idea de lo que debería hacer. 
En general sí, hay cosas que hace bien y acierta, pero existen momentos en los que uno simplemente le dice “cuerpo…wtf”, y se transforma en una guerra entre lo que queremos y lo que nuestro cuerpo quiere, y otras veces directamente se manda algo ilógico o desfasado que nos perjudica más de lo que ayuda. 











“pasa que el cuerpo es un imbécil, y nosotros tenemos que siempre estar jodiendole para lograr lo que queremos”.

 Aquí va el porqué. 









Grasa abdominal. 
El punto 2 específicamente, esa grasita que el cuerpo guarda como un niño obeso guarda su ración de chocolates, la guarda con tanto cuidado y amor que prefiere consumir músculos antes que liberar ese pedacito de grasa. 
Y por qué lo hace? 
Qué es lo que quiere de nosotros? 
Qué nos acomplejemos y nos mantengamos alejados de las piscinas? 
No, el muy idiota quiere que sobrevivamos en el desierto. 

Ese suministro de grasa lo guarda para cuando necesitemos energía extra, como por ejemplo, cuando estemos perdidos por semanas en el desierto sin nada que comer, ahí y solo ahí está dispuesto a usar esa grasa. 
Así que debemos forzarla hasta situaciones similares mediante ejercicio y/o dieta, o succionarla mediante un tubo. 
Además, no contento con dejarnos con pancita, el cuerpo también boicotea nuestros intentos de hacer abdominales efectivamente. 
Al hacer ejercicios para fortalecer los abdominales un día, el cuerpo al día siguiente refuerza esa zona enviando más grasa (si, así de plaga es), entonces el mismo ejercicio tiene menos fuerza, además, el cuerpo se va acostumbrando a la serie de ejercicios, por eso las rutinas suelen variar bastante con el paso del tiempo. 
Y decís “Pero bueno, entonces lo que el cuerpo hace es joderle a los que hacen ejercicio, eso no me afecta/interesa”. Mal.

Fiebre.  Asumo que esto si te afecta/interesa, verdad!? Bitch. 
Qué es lo que hace nuestro genial cuerpo cuando nota sustancias extrañas y potencialmente peligrosas atacándolo? 
El muy inteligente eleva su temperatura tratando de matarlos. Si. 
Vieron cuando se hierve el agua para matar a los microbios? 
Bueno, el cuerpo quiere hacer también eso, y muchas veces termina matándonos a nosotros. Una zona del cerebro hace que el cuerpo se enfrié enviando sangre exterior a los vasos interiores, entonces el hipotálamo decide que el cuerpo debe ser calentado, y envía al exterior más sangre caliente y además hace temblar al cuerpo para que produzca más calor. 
Cuando todo este proceso termina, el cuerpo procede a enfriarse mediante la sudoración. 
Un quilombo. Y un quilombo mortal. 

Hambre = Vomito - Algunas personas cuando tienen hambre sienten unas leves ganas de vomitar, otros cuando sienten hambre vomitan directamente, genial es. 
Pero, por qué pasa esto? 
Qué es lo que está tramando el cuerpo ahora? 
Da la impresión que el cuerpo es un mal negociador que amenaza con suicidarse si no le damos lo que pide, porque lo que hace es empezar a generar jugo gástrico, a pesar de que aún no estás en planes de consumir nada, y esto empieza a irritar las paredes de tu estomago, lo que te da ganas de vomitar, e inclusive puede terminar generando úlceras. En resumen, el estomago se suicida. 
Y ya que volvimos a hablar sobre el estomago… 

Metabolismo Lento. El metabolismo tiene una función muy simple, procesar los alimentos y transformarlos en energía y calor para que el cuerpo pueda sobrevivir. 
Si consumís más calorías de las que metabolizas, engordas; y por ende si consumís menos…no adelgazas. 
Sí, otro regalito del cuerpo a nuestra cohibición veraniega. 
El cuerpo está acostumbrado a una cantidad de alimentos distribuidas a lo largo del día, y funciona con ese horario. 
Entonces, que pasa si no le das comida en ese momento (ya sea porque no podéis o porque no queréis darle comida)?  
El muy desgraciado espera…y espera… y espera…y no procesa lo que ya le diste, y no quema energías, y entra en un estado de stand-by, recién cuando llega el siguiente grupo de comida empieza a metabolizar, pero ya resentido por la vez anterior, esta vez guarda lo que le diste, y se mantiene así por un tiempo, resentido y enojado, esperando a que le des la siguiente para empezar a procesar. 
Por esto muchas recetas te indican comer cada 4 horas, de modo a que el cuerpo pueda procesar sin miedo a quedarse sin comida, y el metabolismo se vaya acelerando de a poco. Y siguiendo con esto… Información a leña. 
Metete el dedo en el ojo. Rápido! En microsegundos el párpado se cerró, los nervios enviaron al cerebro señal de peligro y este respondió ordenando que se retroceda la cabeza, además les pidió a los pibes lacrimales que pongan en remojo el ojo para limpiarlo de todas las impurezas que pudieran haber entrado, y a lo mejor lo inflama para mantenerlo entrecerrado y meterlo en cuidados intensivos por un tiempo. Microsegundos. 
Pero no todo es tan rápido. 
Cuando comemos el estómago se dilata y son sus receptores nerviosos los encargados de calcular que tan lleno se halla el estomago, y enviar esta información al cerebro para que cesen los pedidos de comida. 




Y cuando el volumen desciende, entonces los receptores vuelven a enviar la información pidiendo comida. 

Y toooooooda esta información es mandada a través de un nervio conocido como
 “el nervio vago”. No shit, así se llama en serio. 

Asumo que es el amarillo que va hasta el estómago...  
Y este vaguito tarda nada más y nada menos que 20-25 minutos en promedio en hacer llegar la información. 

Qué significa esto? 

Que todo eso que comiste durante estos últimos minutos es comida extra que el cuerpo ya no quería.

 Y así también cuando sentís hambre, hace 25 minutos que tu cuerpo ya estaba esperando que le alimentes, y ahora que no le alimentaste tiene miedo de que vuelvas a hacerlo, entonces se aferra a la grasa abdominal como chanchito a la teta, y volvemos al comienzo. 


Y ni siquiera empecemos con las alucinaciones, desvaríos, visiones, y demás proyecciones gratis que el cerebro nos tira cuando se aburre de nuestra vida cotidiana, ni las fobias, trastornos y miles de problemas y auto boicots que el cuerpo se tira a sí mismo… 

digamos para hacer la vida más divertida. 


El cuerpo es un imbécil, y es nuestro trabajo tratar de sobrevivir dentro de él. 

 "No hay que hablar en voz alta con gente que no está ahí".  El cuerpo es un imbécil, por Sergio Camé
Organización Promotora de Actividades Educativas,Desarrollo y Bienestar Social sin fines de Lucro en beneficio del más necesitados niños,joven y adulto mayor.

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